Me llamo María Isabel de Alma Flor Ada

Una niña de tercer grado se da cuenta de la importancia de su nombre en esta historia clásica de herencia e identidad propia. Para María Isabel Salazar López, lo más difícil de ser la niña nueva en la escuela es que la maestra no la llama por su nombre real. "Ya tenemos dos Marías en esta clase", dice su maestra. "¿Por qué no te llamamos María en su lugar?" Pero María Isabel lleva el nombre de la madre de su papá y de Chabela, su querida abuela puertorriqueña. ¿Puede encontrar una manera de hacerle ver a su maestra que si pierde su nombre, perderá la parte más importante de sí misma?